Soy Karime Barrón, mexicana que piensa, analiza y escribe para entender el mundo. Me formé en Relaciones Internacionales, pero lo que más me ha formado en la vida ha sido la experiencia de vivir entre ideas, distintas culturas y entre muchas, muchísimas contradicciones.
He trabajado en diplomacia, investigación y políticas públicas, cruzando datos con emociones, documentos con cuerpos, teoría con calle. En cada paso he buscado tender puentes entre lo técnico y lo humano. También soy poeta cuando me duele, estratega cuando hace falta, y observadora constante de los sistemas que nos atraviesan. La escritura ha sido mi refugio y mi herramienta: escribo para resistir, para explicar, para conectar.
Nací en Culiacán, Sinaloa, una ciudad atravesada por la violencia, por lo negativo, por el narcotráfico. Pero me gusta resaltar las cosas bonitas de mi tierra como Pedro Infante, Lola Beltrán, Mazatlán, los mariscos, el aguachile, y un largo etcétera. A los 9 años me convertí en migrante. Descubrí desde pequeña ese otro México, el del sur, el olvidado, el de la industria petrolera. Ahí viví años no placenteros de mi vida, pero desarrollé un carácter y una resiliencia que me hizo fregonsísima. Después llegué a la Ciudad de México solita, y aprendí a ser más competitiva y cabrona jaja. He vivido en Polonia, Japón, Boston, Nueva York. A los 22 años, le di la vuelta al mundo en 170 días. Bueno… ni Julio Verne.
Actualmente lidero este proyecto de consultoría académica y profesional que busca acompañar a jóvenes en la construcción de caminos con sentido. También investigo en mi doctorado temas como el nearshoring, la desigualdad y la migración, preguntándome siempre cómo la economía afecta la vida, especialmente de las mujeres. Me gusta reflexionar cómo las circunstancias externas han afectado la mía.
Este sitio es un espacio para lo formal y lo íntimo, para lo estructurado y lo catártico. Porque sí: se puede ser analítica y creativa, científica y poética, seria y radical. Y yo soy todo eso.
